El Erotismo en los Adultos Mayores: Un Derecho para el Bienestar Integral

El erotismo es un concepto complejo que está condicionado por los valores culturales de cada sociedad, y a lo largo de la historia ha estado ligado a elementos como la juventud, la heterosexualidad, el coito y la función reproductiva. Este enfoque ha llevado a la exclusión de quienes no se ajustan a esos parámetros, como es el caso de las personas mayores.

La estigmatización de los adultos mayores ha creado prejuicios negativos que limitan el goce erótico y promueven una visión asexual de este grupo. Sin embargo, es importante reconocer que el erotismo, al igual que la sexualidad, es una parte inherente de la condición humana y puede mantenerse vigente a lo largo de toda la vida, independientemente de la edad.

Diferencias de Género en el Erotismo de los adultos mayores

El erotismo en los adultos mayores se percibe de manera diferente según el género. En los hombres mayores, las expresiones eróticas suelen considerarse «normales» y no se cuestionan tanto. Es común que se vea con naturalidad que un hombre mayor mantenga relaciones amorosas. Sin embargo, el erotismo femenino en la edad avanzada se enfrenta a valoraciones machistas que limitan la expresión del deseo y el placer sexual de las mujeres mayores, siendo incluso un tema tabú. Muchas mujeres, al perder a su pareja o no tener una relación amorosa, llegan a pensar que su vida erótica ha llegado a su fin.

Erotismo como Derecho y Bienestar

Es fundamental desvincular el erotismo de las ideas preconcebidas que lo asocian exclusivamente a la juventud o a una pareja, y reconocerlo como una parte natural a lo largo de la vida. El goce erótico en las distintas etapas de la vida depende de factores personales como los gustos, necesidades, preferencias, orientación sexual, identidad de género y la condición de salud de cada individuo.

El goce erótico tiene un impacto positivo en la salud física, mental y emocional de las personas. Por lo tanto, es un componente esencial para el bienestar integral de los adultos mayores. No solo se trata de la actividad sexual en sí, sino también de otros aspectos que conforman el erotismo, como la sensualidad, la excitación, el goce estético y sensorial, el placer a través de los sentidos (vista, tacto, olfato, gusto, oído), el autoerotismo (masturbación) y el uso de juguetes sexuales.

La Diversidad de la Expresión Erótica

Cada persona experimenta y expresa el erotismo de una manera única, dependiendo de sus intereses, salud y circunstancias. Por lo tanto, no existe una única forma de vivir el erotismo. Algunos adultos mayores pueden disfrutar de una vida erótica activa, mientras que otros pueden explorar formas más sutiles de intimidad y placer.

Recomendaciones para Fomentar el Goce Erótico 

Para promover una vida sexual y erótica saludable en la edad avanzada, se recomienda:

1. Visibilizar y hablar sobre el goce y el placer: Es importante hablar abiertamente sobre lo que genera placer, tanto de manera individual como en pareja.
2. Crear espacios de intimidad: Propiciar momentos personales de intimidad, donde sea posible la autoexploración y la autoestimulación.
3. Comunicación en pareja: Si se tiene pareja, es fundamental hablar sobre los gustos, deseos y necesidades sexuales mutuas para mejorar la conexión y el disfrute.
4. Uso de juguetes sexuales: La incorporación de juguetes sexuales, tanto en solitario como en pareja, puede enriquecer la vida sexual de los adultos mayores.
5. Lubricantes para facilitar la estimulación genital: Los lubricantes pueden ser especialmente útiles para quienes experimentan sequedad vaginal o dificultan la estimulación genital.
6. Mantener relaciones sexuales seguras: Es fundamental seguir prácticas sexuales seguras para proteger la salud.

Erradicar la Representación Negativa del Erotismo 

Hablar sobre el erotismo en los adultos mayores es un paso crucial para erradicar los prejuicios y las representaciones negativas asociadas a esta etapa de la vida. Al visibilizar el erotismo en este grupo, podemos avanzar hacia una comprensión más compleja y abierta de esta dimensión como un derecho y una parte esencial del bienestar. Reconocer el erotismo en los adultos mayores es fundamental para promover un envejecimiento saludable que incluya la satisfacción personal y el placer sexual.

En resumen, el erotismo no debe ser visto como algo exclusivo de la juventud, sino como una necesidad humana que debe ser vivida y disfrutada a cualquier edad, adaptándose a las circunstancias, gustos y deseos de cada individuo.

¡El placer no tiene edad!

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