
Hacer ejercicio con enfermedades crónicas
Casi cualquier persona, a cualquier edad, puede realizar algún tipo de actividad física. Incluso si tiene algún problema de salud como una enfermedad cardíaca, artritis, dolor crónico, presión arterial alta o diabetes, puedes hacer ejercicio, de hecho, la actividad física podría ayudarte. Para la mayoría de las personas, las actividades físicas como caminar a paso ligero, andar en bicicleta, nadar, levantar pesas y la jardinería son seguras, especialmente si se comienza lentamente y se va aumentándolas poco a poco. Es posible que desees hablar con tu médico acerca de cómo tu estado de salud podría afectar tu capacidad para estar activo.
Mantenerse físicamente activo: enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas
Los investigadores están evaluando el beneficio del ejercicio para retrasar el deterioro cognitivo leve en adultos mayores y para mejorar la función cerebral en las personas mayores que pueden estar en riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Las personas mayores con deterioro cognitivo leve pueden hacer formas más vigorosas de ejercicio de manera segura, al igual que los adultos mayores sin este deterioro, siempre y cuando no haya otros problemas de salud.
Mantenerse activo y hacer ejercicio puede ayudar a las personas con la enfermedad de Alzheimer u otra demencia a sentirse mejor y puede ayudarlas a mantener un peso saludable y tener hábitos regulares para ir al baño y dormir.
Consejos para ayudar a una persona con demencia a mantenerse activa
Salgan a caminar todos los días.
Bailen al ritmo de la música.
Sea prudente acerca de cuánta actividad pueden hacer a la vez. Varios “mini-entrenamientos” cortos pueden ser una buena opción.
Asegúrate usar ropa y zapatos cómodos, que le queden bien y que estén hechos para hacer ejercicio.
Bebe agua o jugo después de hacer ejercicio.
Si tienes problemas para caminar, es posible que pueda:
Realizar tareas sencillas en el hogar, como barrer y limpiar el polvo.
Usar una bicicleta estática.
Usar pelotas o globos de goma suave para hacer ejercicios de estiramiento o para lanzar de un lado a otro.
Usar bandas elásticas.
Levantar pesas o artículos del hogar como latas de sopa.
Hacer ejercicio cuando se tiene artritis
Si tienes artritis, el ejercicio puede reducir el dolor y la rigidez de las articulaciones. También puede ayudar a perder peso, lo que reduce el estrés en las articulaciones.
Los ejercicios de flexibilidad como los de estiramiento de la parte superior e inferior del cuerpo y el tai chi pueden ayudar a mantener las articulaciones en movimiento, aliviar la rigidez y brindarle más libertad de movimiento para las actividades diarias.
Los ejercicios de fortalecimiento, como los levantamientos de brazos por encima de la cabeza (en inglés), ayudan a mantener o aumentar la fuerza muscular para apoyar y proteger las articulaciones.
Los ejercicios de resistencia hacen que el corazón y las arterias estén más saludables y pueden disminuir la inflamación en algunas articulaciones. Pruebe actividades como nadar y andar en bicicleta (en inglés) que no requieren que ponga mucho peso sobre las articulaciones.
La actividad física y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Si tiene EPOC, habla con tu médico, para saber qué recomienda. Quizás pueda aprender algunos ejercicios para fortalecer los brazos y las piernas o ejercicios de respiración que fortalezcan los músculos necesarios para respirar.
La rehabilitación pulmonar es un programa que te ayuda a aprender a hacer ejercicio y a controlar tu enfermedad con actividad física y asesoramiento.
Hacer ejercicio cuando se tiene diabetes tipo 2
Si tienes diabetes, el ejercicio y la actividad física pueden ayudar a controlar tu enfermedad y a mantenerte saludables por más tiempo. Caminar y otras formas de ejercicio diario pueden ayúdate a mejorar los niveles de glucosa. Fíjate la meta de ser más activo la mayoría de los días de la semana y crea un plan para estar físicamente activo que se adapte a tu vida y que puedas seguir.
Unos pasos sencillos para ser más activo:
- Estírate durante las pausas comerciales de televisión.
- Camina cuando hables por teléfono.
- Da más pasos al estacionarse más lejos de las tiendas, los cines o su oficina.
Hacer ejercicio cuando se tiene sobrepeso
Si tienes sobrepeso, no dejes que eso te impida realizar actividades físicas, incluyendo los cuatro tipos de ejercicios. Si tienes dificultad para agacharte o moverte con facilidad, pruebe diferentes actividades, como caminar, ejercicios acuáticos, bailar o levantar pesas, para ver cuál funciona mejor. Cualquier cosa que te ponga en movimiento es un comienzo saludable, incluso si al principio solo haces unos minutos al día.
El ejercicio y la salud del corazón
El corazón mantiene al cuerpo funcionando. A medida que envejece, es normal que haya algunos cambios en el corazón y los vasos sanguíneos, pero otros son causados por enfermedades. Lo que eliges a diario, como comer de manera saludable, mantener un peso saludable y tratar de hacer más actividad física, puede contribuir a la salud del corazón. Las personas inactivas tienen casi el doble de probabilidad de desarrollar enfermedades del corazón que las activas. La falta de actividad física también puede empeorar otros factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como niveles altos de colesterol y triglicéridos en la sangre, presión arterial alta, diabetes y prediabetes, sobrepeso y obesidad. Estar físicamente activo es una de las cosas más importantes que puedes hacer para mantener saludable al corazón. Trata de realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada cada semana.
Hacer ejercicio cuando se tiene osteoporosis
Los ejercicios en los que se soporta un peso y que te obligan a trabajar contra la gravedad, como caminar, trotar o bailar, tres o cuatro veces por semana, son los mejores para desarrollar músculos y fortalecer los huesos. Prueba también algunos ejercicios de fortalecimiento y equilibrio que ayudan a evitar caídas, ya que estas podrían ocasionar una fractura de hueso. Hacer estos ejercicios es bueno para la salud de los huesos de las personas con osteoporosis y de quienes quieren prevenirla.
Hacer ejercicio cuando se tiene dolor crónico
Si tienes dolor crónico puedes hacer ejercicio de manera segura y esto puede ayudarte a controlar el dolor. De hecho, estar inactivo a veces puede llevar a un ciclo de más dolor y pérdida de funciones. Habla con su médico sobre qué ejercicios o actividades podrían ser adecuados para ti. Cada tipo de ejercicio (resistencia, fuerza, equilibrio y flexibilidad) tiene sus propios beneficios, por lo que una combinación de estos ejercicios puede ser la mejor opción.
El ejercicio puede ayudarte a mantenerte en un peso saludable, lo que alivia el dolor de rodilla o cadera. Aumentar de peso puede retrasar la curación y empeorar algunos tipos de dolor. Recuerda hacerle caso al cuerpo cuando haga ejercicio y participa en actividades físicas. Evita hacer ejercicio en exceso en los “días buenos”. Si tienes dolor, hinchazón o inflamación en un área específica de la articulación, es posible que debas concentrarte en otra área durante uno o dos días. Si algo no se siente bien o duele, busca atención médica de inmediato.