N25: NO a la violencia hacia las mujeres
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, desde Ecosistema SInior levantamos la voz por un grupo que suele quedar invisibilizado en esta conversación: las mujeres mayores.
La violencia hacia las mujeres mayores: una realidad silenciada
Hablar de violencia en la vejez implica romper varios mitos:
- Que a las mujeres mayores “no les pasa”.
- Que “ya no están en edad reproductiva, por lo tanto no son víctimas prioritarias”.
- Que “la violencia es solo física”.
- Que “en la familia están protegidas”.
Nada de eso es cierto.
Las mujeres mayores pueden ser víctimas de violencia psicológica, física, económica, patrimonial, sexual, negligencia, abandono y maltrato institucional.
Y muchas de estas formas de violencia se mezclan con edadismo, aumentando su vulnerabilidad.
La ONU ha advertido que la violencia hacia las mujeres mayores está subregistrada, porque son menos propensas a denunciar por miedo, dependencia económica, vergüenza o falta de redes de apoyo.
¿Qué tipos de violencia afectan con mayor frecuencia a las mujeres mayores?
- Violencia psicológica y emocional
Es la más común. Incluye humillaciones, gritos, amenazas, infantilización, control y aislamiento.
Muchas mujeres mayores escuchan frases como “usted no sabe”, “está confundida”, “no opine”, anulando su autonomía.
- Violencia económica y patrimonial
Desde el control del dinero y la pensión hasta el abuso de poderes simples, apropiación de bienes, fraudes o presiones para firmar documentos.
Este tipo de violencia suele provenir de familiares cercanos.
- Maltrato físico y negligencia en los cuidados
Golpes, empujones, falta de atención médica, abandono, no facilitar medicamentos o higiene.
La negligencia también es violencia.
- Violencia sexual
Aunque es un tema poco discutido, las mujeres mayores también pueden ser víctimas de agresiones sexuales, especialmente cuando dependen de otras personas para sus cuidados.
- Violencia institucional
Tratos despectivos, demoras excesivas, falta de información clara o prácticas que vulneran la dignidad en servicios de salud, pensiones o ayudas sociales.
¿Por qué las mujeres mayores denuncian menos?
Existen múltiples barreras:
- Dependen económicamente de su agresor.
- Temor a perder apoyo o quedarse solas.
- Normalización histórica de la violencia: “así ha sido siempre”.
- Vergüenza o miedo a no ser creídas.
- Falta de conocimiento sobre derechos o instituciones de apoyo.
- Problemas de movilidad o salud que dificultan denunciar.
Por eso es clave acompañar, escuchar y no juzgar.
Señales de alerta para familiares y comunidades
Presta atención si una mujer mayor:
- Se muestra temerosa o nerviosa frente a cierto familiar.
- Tiene lesiones inexplicables o evita hablar de ellas.
- Ha perdido autonomía “de un día para otro”.
- No maneja su pensión o dinero sin razón evidente.
- Presenta deterioro emocional, ansiedad o retraimiento.
- No recibe cuidados básicos adecuados.
- Está aislada socialmente.
Reconocer estas señales puede salvar vidas.
¿Dónde pedir ayuda en Chile?
Es importante difundir los canales correctos:
- Fono Orientación Adultos Mayores: 800 400 035
- Fono Violencia Contra la Mujer: 1455 (SernamEG) – 24/7, gratuito, confidencial
- Whatsapp silencioso: +56 9 9700 7000
- Carabineros: 133, PDI: 134
- Oficinas Municipales de la Mujer y Personas Mayores
- Fiscalía: www.fiscaliadechile.cl para orientación y denuncias.
Envejecimiento activo también es vivir libres de violencia
En SInior creemos que una vejez digna, activa y feliz solo es posible en un entorno que respete, proteja y valore a las mujeres mayores.
Por eso impulsamos:
- Educación para erradicar el edadismo.
- Contenidos que fortalezcan la autonomía y el autocuidado.
- Iniciativas comunitarias que fomenten redes de apoyo.
- Programas de bienestar emocional y participación social.
- Sensibilización sobre derechos, inclusión y no discriminación.
Si tienes una mujer mayor cerca de ti —madre, abuela, vecina, amiga— pregúntale cómo está.
Escúchala sin juzgar.
Ayúdala a conectarse con redes de apoyo.
Y recuerda:
La violencia no es parte en ninguna etapa de la vida. Todas las mujeres merecen vivir en paz, con respeto y dignidad.